A continuación explicaremos en detalle uno de los conceptos básicos y más importantes para todos los apostadores.
Seas un apostador principiante o experto, el stake y su gestión es un camino de largo recorrido que requiere disciplina y un análisis profundo.
El Stake y la gestión del bankroll
El Stake es un elemento fundamental en la gestión del bankroll, que se refiere al presupuesto o capital destinado a las apuestas deportivas. Cada apostador tiene un bankroll diferente, por lo que el Stake, en términos monetarios, será particular para cada individuo. Es decir, el Stake de una misma apuesta puede ser el mismo para todos, pero el monto final apostado dependerá del Stake y del bankroll de cada apostador.
La asignación del Stake en las apuestas
Para asignar de manera eficiente el Stake en las apuestas, es importante entender los conceptos de «unidad de Stake» y «escala de Stake».
La unidad de Stake se refiere a la cantidad de dinero o porcentaje del bankroll que se apuesta. Es común escuchar expresiones como «Stake 2» o «Stake 3», donde el número indica la unidad de Stake utilizada.
Por otro lado, la escala de Stake establece los límites mínimo y máximo del Stake. El Stake mínimo representa la confianza mínima en una apuesta, mientras que el Stake máximo indica la confianza más alta. Diferentes escalas de Stake pueden ser utilizadas, dependiendo de las preferencias del apostador.
Ejemplos de escalas de Stake
- Escala del 1 al 5: En esta escala, el Stake máximo sería el Stake 5. Se puede asignar el Stake 1 como el 1% del bankroll y aumentar progresivamente hasta el Stake 5, que sería el 5% del bankroll. Algunos apostadores optan por asignar el Stake de manera asimétrica, asignando porcentajes diferentes a cada nivel de Stake.
- Escala del 1 al 10 (más común): En esta escala, el Stake máximo sería el Stake 10, que generalmente representa el 10% del bankroll. El Stake 1 sería el 1% del bankroll. La asignación del Stake en esta escala puede ser un desafío, ya que implica ajustar el Stake según las probabilidades reales de que ocurra el evento.
Es importante destacar que seguir una escala de Stake común, como la del 1 al 10, puede facilitar la comprensión y la consistencia en la gestión del bankroll.
Aclarando conceptos: Stake 10, full stake y level stake
Un Stake 10 no significa apostar todo el capital disponible (all in). Es esencial entender que un Stake 10 nunca debería superar el 10% del total del bankroll. Se utiliza en apuestas de máxima confianza, pero cada apostador tiene su propia percepción de la máxima confianza.
El «full stake» se refiere a la cantidad máxima de dinero que se debe destinar a una sola apuesta. Normalmente, se recomienda que esta cantidad sea el 10% del bankroll. Apostar más del 10% del bankroll en una sola apuesta es considerado de alto riesgo y puede llevar a la pérdida total del bankroll.
El «level stake» implica apostar el mismo porcentaje del bankroll en cada apuesta, sin importar la cuota. Es decir, se utiliza la misma unidad de Stake en todas las apuestas. Esta estrategia se basa en fijar una cantidad proporcional
al bankroll y seguirla consistentemente, sin considerar el grado de confianza de cada apuesta.
Los peligros de una mala gestión del Stake
Es importante evitar caer en tres situaciones comunes relacionadas con una mala gestión del Stake:
- Distorsión del bankroll: Asignar una cantidad de Stake que excede los fondos disponibles en el bankroll, lo cual implica asumir un riesgo mayor al que se puede permitir.
- Overbetting: Después de perder en una o varias apuestas, intentar recuperar todo en la siguiente apuesta, rompiendo las reglas y apostando más de lo que se debería según el Stake establecido.
- Exceso de confianza: En caso de tener una racha positiva, caer en la sobreconfianza y aumentar el Stake en las siguientes apuestas sin una evaluación adecuada.
Es fundamental crear una estrategia sólida y no romper las reglas establecidas. Si una estrategia no funciona, es necesario analizar cuidadosamente los errores y considerar ajustes o buscar consejos en comunidades especializadas.
Cómo calcular el Stake óptimo
La asignación óptima del Stake es crucial para evaluar el rendimiento a largo plazo de las apuestas. No sirve de mucho acertar más apuestas de las que se fallan si no se asigna correctamente el Stake. Incluso un apostador con un 30% de acierto puede obtener más beneficios que otro con un 70% de acierto si ha sido preciso en la asignación del Stake.
Existen diferentes tipos de Stake utilizados en la gestión del bankroll, como el Stake plano y el Stake variable.
Stake plano: Al igual que el level stake, el Stake plano implica apostar siempre la misma unidad de Stake. Algunos apostadores optan por apostar una cantidad fija, como el 1% del capital, en todas sus apuestas. Sin embargo, el uso del Stake plano puede conducir a resultados inflados en las estadísticas, ya que las ganancias y las pérdidas serán más notorias en diferentes dinámicas.
Stake variable: El Stake variable está relacionado con el grado de confianza asignado a una apuesta. Si se identifica una apuesta con alto valor, se puede asignar un Stake más alto (por ejemplo, 6 unidades), mientras que se puede ser más conservador en casos en los que la cuota esté más ajustada. Los resultados a largo plazo determinarán si la percepción y valoración del apostador están alineadas con el Stake asignado.
En resumen
La gestión del Stake es crucial para las apuestas deportivas, y es importante controlar las unidades de Stake asignadas en cada apuesta. Aunque existen diferentes escalas y estrategias de Stake, la mayoría de los apostadores utiliza una escala del 1 al 10 y sigue un enfoque de Stake variable. La asignación óptima del Stake requiere práctica y experiencia, y es esencial evitar los errores comunes asociados con una mala gestión del Stake.
